Colombiabus: Galería

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La Lucha Por la Supervivencia

Durante los pasados meses el sector transportador se congregó en torno a dos de los congresos más importantes del país y que constituyen una cita obligatoria para transportadores, fabricantes, proveedores, entes reguladores y demás actores del sector.

Los congresos organizados por Aditt y Asotrans, respectivamente reflejan el interés de mantener actualizados a la comunidad transportadora en temas tan variados como la aplicación de nuevas tecnologías, programas de que permitan desarrollar una cultura de responsabilidad social empresarial, proyectos normativos, homologaciones y certificaciones de componentes, así como los habituales temas donde se proponen planes de acción para combatir la informalidad y formular una política de precios justos en los combustibles.

Como siempre los congresos están acompañados por la muestra comercial que complementa la agenda académica, que no sólo sirve como espacio para la generación de nuevos negocios, sino también como una manera de calibrar hacia dónde va el mercado. Lo que se ha podido evidenciar en estas muestras, es la difícil situación de los carroceros 100% nacionales que con escaso presupuesto y capacidad de desarrollo de productos se mantienen en actividad; prueba de ellos es que hace escasos 4 o 5 años, en los congresos se podía encontrar una veintena de fabricantes de carrocerías exhibiendo sus creaciones, mientras que actualmente alcanzan con muchas dificultades la mitad.

La desaparición de varias marcas, las bajas cadencias de producción, la imposibilidad de ofrecer productos con destino al transporte masivo y naturalmente, el alto costo de oportunidad que significa asistir a los eventos, pagando varios millones de pesos por el espacio físico más los gastos del personal que presenta los productos sin que esto signifique concretar negocios, supone un hándicap difícil de superar para los carroceros nacionales.

Ante este panorama cada vez más grisáceo, cabe preguntarse sobre ¿Qué hacen los carroceros que aún continúan en actividad? ¿Han pensado en retomar algunos modelos de asociatividad donde quienes se unan se especialicen en lo que cada uno hace mejor? Por otra parte, ¿en qué quedó el apoyo de los entes gubernamentales con respecto a los procesos de certificación y los laboratorios de pruebas?

Lo que queda por esperar es que los fabricantes que todavía se encuentran activos, sigan haciendo esfuerzos en diseño y componentes, así como el mejoramiento de sus sistemas de producción que les permitan dar un paso importante al dejar de producir la decena de unidades mensuales, sino que alcancen la capacidad de carrozar flotillas, adicionalmente, olvidar los individualismos, ya que compartir experiencias, formas de optimizar la producción y sobre todo unirse es en este momento fundamental para seguir compitiendo. Y esperamos por el bien de la industria nacional y del sector transportador, que lo logren, pues el sector no sería tan interesante si sólo tuviésemos un puñado de fabricantes.

Saludos en Movimiento.

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